JAGDPANZER IV L/70
Decidirse
a montar una maqueta concreta puede ser una cuestión de “feeling”, como diría
un anglosajón. Por lo demás, muchos de los que nos dedicamos a este hobby
solemos comprar compulsivamente bastantes más maquetas de las que biológicamente
nos dará tiempo a construir...
Suele ocurrir a menudo que, tras el primer impulso post
compra, muchos de estos kits pasen a dormir el sueño de los justos.
En este caso no recuerdo bien cuánto tiempo estuvo “aparcada” esta maqueta, esperando una oportunidad. Cuando la compré, me alegré de que por fin alguien comercializara un kit decente del L/70; el viejo molde de Tamiya chirriaba y el de Italeri era un refrito. Pero sí recuerdo que para un modelista como yo, que empezó en esto con la entrañable Modelismo & Historia. la causa/efecto de aquella compra fue volver a mirar atrás y ver aquel número 17. publicado allá por el mes de abril de 1984, en el que aparecía un articulo con tres Jagdpanzer IV. De todos. el modelo final de Joaquín González me había encantado.
En aquellos tiempos mis expectativas no daban más que para “perpetrar maquetas...., y solo de caja Las mejoras y modificaciones efectuadas sobre el kit de Tamiya se me antojaban inalcanzables. Rquel modelo de Joaquín con sus escapes verticales, sus ruedas de acero y su extraño Vorsatz P. me rondó por la cabeza muchas veces. Pasó el tiempo y ese modelismo impulsivo de la adolescencia dio paso a un modelismo más sosegado, donde lo importante no era alcanzar la meta, sino disfrutar del recorrido.
Estaba decidido a montar. por fin, una maqueta igual que aquella con la nueva referencia de Dragon. Entonces. apareció publicado en EuroModelismo (ver n°93) otro Jagdpanzer Lib “late” de Rgustín Lagartos, broche final de una serie de artículos sobre este carro. Es obvio que me colmó de satisfacción y me brindó una ayuda impagable. Y con todo este bagaje acabé de montar la maqueta.
En cuanto a la pintura, se abrían muchas posibilidades. El gran encanto de los vehículos alemanes al final de guerra reside, en mi opinión, en sus esquemas de pintura.
En este caso no recuerdo bien cuánto tiempo estuvo “aparcada” esta maqueta, esperando una oportunidad. Cuando la compré, me alegré de que por fin alguien comercializara un kit decente del L/70; el viejo molde de Tamiya chirriaba y el de Italeri era un refrito. Pero sí recuerdo que para un modelista como yo, que empezó en esto con la entrañable Modelismo & Historia. la causa/efecto de aquella compra fue volver a mirar atrás y ver aquel número 17. publicado allá por el mes de abril de 1984, en el que aparecía un articulo con tres Jagdpanzer IV. De todos. el modelo final de Joaquín González me había encantado.
En aquellos tiempos mis expectativas no daban más que para “perpetrar maquetas...., y solo de caja Las mejoras y modificaciones efectuadas sobre el kit de Tamiya se me antojaban inalcanzables. Rquel modelo de Joaquín con sus escapes verticales, sus ruedas de acero y su extraño Vorsatz P. me rondó por la cabeza muchas veces. Pasó el tiempo y ese modelismo impulsivo de la adolescencia dio paso a un modelismo más sosegado, donde lo importante no era alcanzar la meta, sino disfrutar del recorrido.
Estaba decidido a montar. por fin, una maqueta igual que aquella con la nueva referencia de Dragon. Entonces. apareció publicado en EuroModelismo (ver n°93) otro Jagdpanzer Lib “late” de Rgustín Lagartos, broche final de una serie de artículos sobre este carro. Es obvio que me colmó de satisfacción y me brindó una ayuda impagable. Y con todo este bagaje acabé de montar la maqueta.
En cuanto a la pintura, se abrían muchas posibilidades. El gran encanto de los vehículos alemanes al final de guerra reside, en mi opinión, en sus esquemas de pintura.
Comencé a buscar posibles decoraciones. pero quería
hacer algo raro y no me decidía. En un momento dado pensé que, siendo como era
un L170 final con unas características muy poco comunes. le iría bien una
decoración con el rojo imprimación utilizado en el ocaso del III Reich. Pero
volvamos a la maqueta.
MONTAJE Y MEJORAS
Como ya he comentado, la maqueta es de la marca
Dragon (ref.9043) y hasta la fecha es la mejor opción en kit de serie si lo que
pretendemos es montar un L170 Vomag con la necesaria fidelidad. Como suele
ocurrir con la mayoría de las maquetas de este fabrican- te, el punto flaco lo
representan las herramientas del vehículo, que suelen venir demasiado bastas y
faltas de definición. El resto es muy digno. Para montarla he seguido el orden
de las instrucciones, realizando los cambios y mejoras específicos de esta versión
concreta, que paso esquemáticamente a detallar:
Guardabarros: Los
del kit se eliminan. Para el lateral izquierdo construyo unos guardabarros con
lámina de cobre. simulándolos bastante deteriorados. El lateral derecho lo dejo
carente de ellos.
Ruedas
tensoras: Tienen que ser las mismas que incorporaban los
Pz.lV Pusf J. Aprovecho las que trae el Móbelwagen de Tamiya, que las
suministra de dos tipos.
Ruedas: Sustituyo las de la maqueta por otras de Modelkasten que presentan el tamaño adecuado.
Ruedas: Sustituyo las de la maqueta por otras de Modelkasten que presentan el tamaño adecuado.
Juntas
de soldadura: Elimino todas las de los ensamblajes de las
planchas de blindaje con lija y masilla,
volviéndolas a grabar de la manera correcta con un soldador.
Saukopf: Presenta cuatro
puntos de anclaje para el cañón, realizados con una broca e insertando en los
agujeros un tubito de latón.
Cañón: Se
sustituye por el que ofrece Jordi Rubio en aluminio, indicado para este
modelo.
Brazo soporte del cañón: Para la fijación durante la
marcha es macizo, por lo que habrá que rellenar el hueco que presenta el que
trae la maqueta.
Asideros: Los de las
trampillas de la transmisión se hacen con alambre fino, dándoles la forma
propia de los L/70 finales.
Tubos de escape verticales: Los
de la maqueta son pequeños. por lo que construyo uno con un tubo de Evergreen,
añadiendo las cuatro aletas interiores con lámina de acetato. En el otro
dejamos el hueco de salida, simulando su pérdida en combate.
Churzen: Los que protegen el motor están sobredimensionados,
haciendo dos nuevos con lámina de plástico y añadiendo los soportes con
fotograbados sobrantes.
Cadenas: Son las de Modelkasten, de mejor factura que las de la
maqueta e indicadas para esta versión concreta: las finales aligeradas de 40 cm .
Vorsantz P: Se construye con una pieza circular de plástico cortada con un
sacabocados, añadiendo encima una semicircunferencia modelada con masilla. El
cañón curvo y el periscopio se hacen con cable aislante y varilla circular de
plástico.
Soporte del
visor semicircular: Se ha sustituido,
montando en su lugar una copia en resina del que viene en el Zwischenlósung de
Dragon, que es el correcto.
Protectores de periscopios: Vienen en
una sola pieza. Con lámina de plástico construyo unos protectores nuevos,
dejando la separación pertinente entre estos y unos periscopios copiados en
resina.
Escotillas: Se detalla el
interior de las que pretendemos dejar abiertas.
Herramientas: Los
soportes se hacen con fotograbados sobrantes y las propias h herramientas son
de Tamiya.
Remaches: Los
añado alrededor de las escotillas y donde corresponda (guardabarros, soportes
laterales del schurzeri. etc.). Para ello utilizo como referencia unos
buenos planos a escala y toda la documentación posible (ver bibliografía).
PINTURA
El color base es el rojo imprimación (Rot R/L 8012)
que utilizaba la industria de guerra alemana como primera capa antioxidante
aplicada en las fábricas. Las carencias propias del final de la guerra llevaron
a que los últimos modelos salidos de las factorías fuesen hacia los frentes de
combate solamente con esta capa de imprimación.
Para simulada utilizo rojo casco XF9 de Tamiya, aplicado con aerógrafo en finas capas que se dejan secar entre una y otra. /l terminar de aplicarlo. el aspecto que adquirió el modelo me dejó un poco alarmado, pues “cantaba” más que una beata en el coro de una iglesia; pero no hay problema. Con una gama de acrílicos Vallejo compuesta por marrón rojizo, marrón rojo, rojo oscuro, marrón naranja, marrón dorado y marrón chocolate hice una serie de mezclas para conseguir distintos tonos marrones rojizos. que apliqué con un pincel fino en distintas partes y de manera aleatoria para conseguir, dentro de la misma tonalidad, una clara diferenciación entre los elementos que componen el carro.
Para perfilar el modelo retomé nuevamente el aerógrafo, trabajando con una mezcla muy diluida de acrílicos Tamiya marrón mate y negro. El único distintivo que porta la maqueta, la cruz balcánica blanca, lo hice con una plantilla adhesiva sobre la que posteriormente aerografié blanco mate (Tamiya).
Luego inicié lo que se conoce comúnmente en el mundillo como “enguarring”, o lo que viene a ser lo mismo, el envejecido y degradado de los colores, apliqué filtros sucesivos de arena, crema y tierra oscura (Humbrol enamel) diluidos en un 95% con el diluyente de esta misma marca.
Con un pincel fino y acrílicos Vallejo he pintado dos tipos de desconchones; unos superficiales (Marrón, naranja) y otros oxidados (marrón rojizo y negro).
Después y en un pocillo con disolvente de Humbrol, deposité un poco de tierra africana en pigmento de Mig Productions. Con el disolvente así manchado apliqué unos filtros por zonas, insistiendo en las horizontales. Una vez secos estos filtros repetí con polvo de ladrillo y arena guerra del Golfo sucesiva- mente. La ventaja de los pigmentos es que permiten corregir los efectos sin ningún problema.
En las superficies verticales más próximas al tren de rodaje añadí a pincel una mezcla de pigmento arena guerra del Golfo y disolyente con una consistencia bastante espesa. al secar, utilicé un pincel de pelo suave y plano humedecido en agua y fuí dando pasadas de arriba a abajo. El efecto inmediato puede parece nulo. pero al secar se puede ver que los pigmentos quedan fundidos, consiguiendo unos efectos muy interesantes como los que se producen con la humedad. Hay que repetir la operación con el pincel limpio humedecido en agua tantas veces como consideremos conveniente, esperando a que seque para ver los efectos y hasta que éstos adquieran la intensidad deseada. Se puede trabajar sin miedo e insistir tantas veces como haga falta, ya que el agua no atacará los anteriores procesos de pintura.
En los bajos y el tren de rodaje he utilizado los pigmentos de la manera que viene siendo habitual y generalizada entre la mayoría de los modelistas para simular polvo y barro seco.
Para simular las salpicaduras de barro utilicé otra vez pigmentos diluidos en disolvente, recogiendo la mezcla resultante con un pincel de pelo duro. icerco el pincel a la parte de la maqueta que quiero salpicar y con el aerógrafo rocío aire sobre el pincel a baja presión.
Las salpicaduras producidas imitan a la perfección las salpicaduras (valga la redundancia) de barro.
Si en un momento dado descubrimos salpicaduras donde no consideramos conveniente, con un pincel humedecido en agua se retiran sin ningún problema.
Los efectos finales de metal pulido han sido simulados con grafito, y el ennegrecido de los escapes y de la boca del cañón con pigmento negro humo. Para las manchas de grasa y aceite utilicé el imprescindible óleo color asfalto.
En esta maqueta prácticamente no he utilizado óleos, sustituyéndolos por pigmentos. El resultado puede gustar o no. pero hay que probar cosas nuevas sin miedo. La utilización repetida y continuada de las mismas técnicas siempre nos hará caer en la monotonía.
Para simulada utilizo rojo casco XF9 de Tamiya, aplicado con aerógrafo en finas capas que se dejan secar entre una y otra. /l terminar de aplicarlo. el aspecto que adquirió el modelo me dejó un poco alarmado, pues “cantaba” más que una beata en el coro de una iglesia; pero no hay problema. Con una gama de acrílicos Vallejo compuesta por marrón rojizo, marrón rojo, rojo oscuro, marrón naranja, marrón dorado y marrón chocolate hice una serie de mezclas para conseguir distintos tonos marrones rojizos. que apliqué con un pincel fino en distintas partes y de manera aleatoria para conseguir, dentro de la misma tonalidad, una clara diferenciación entre los elementos que componen el carro.
Para perfilar el modelo retomé nuevamente el aerógrafo, trabajando con una mezcla muy diluida de acrílicos Tamiya marrón mate y negro. El único distintivo que porta la maqueta, la cruz balcánica blanca, lo hice con una plantilla adhesiva sobre la que posteriormente aerografié blanco mate (Tamiya).
Luego inicié lo que se conoce comúnmente en el mundillo como “enguarring”, o lo que viene a ser lo mismo, el envejecido y degradado de los colores, apliqué filtros sucesivos de arena, crema y tierra oscura (Humbrol enamel) diluidos en un 95% con el diluyente de esta misma marca.
Con un pincel fino y acrílicos Vallejo he pintado dos tipos de desconchones; unos superficiales (Marrón, naranja) y otros oxidados (marrón rojizo y negro).
Después y en un pocillo con disolvente de Humbrol, deposité un poco de tierra africana en pigmento de Mig Productions. Con el disolvente así manchado apliqué unos filtros por zonas, insistiendo en las horizontales. Una vez secos estos filtros repetí con polvo de ladrillo y arena guerra del Golfo sucesiva- mente. La ventaja de los pigmentos es que permiten corregir los efectos sin ningún problema.
En las superficies verticales más próximas al tren de rodaje añadí a pincel una mezcla de pigmento arena guerra del Golfo y disolyente con una consistencia bastante espesa. al secar, utilicé un pincel de pelo suave y plano humedecido en agua y fuí dando pasadas de arriba a abajo. El efecto inmediato puede parece nulo. pero al secar se puede ver que los pigmentos quedan fundidos, consiguiendo unos efectos muy interesantes como los que se producen con la humedad. Hay que repetir la operación con el pincel limpio humedecido en agua tantas veces como consideremos conveniente, esperando a que seque para ver los efectos y hasta que éstos adquieran la intensidad deseada. Se puede trabajar sin miedo e insistir tantas veces como haga falta, ya que el agua no atacará los anteriores procesos de pintura.
En los bajos y el tren de rodaje he utilizado los pigmentos de la manera que viene siendo habitual y generalizada entre la mayoría de los modelistas para simular polvo y barro seco.
Para simular las salpicaduras de barro utilicé otra vez pigmentos diluidos en disolvente, recogiendo la mezcla resultante con un pincel de pelo duro. icerco el pincel a la parte de la maqueta que quiero salpicar y con el aerógrafo rocío aire sobre el pincel a baja presión.
Las salpicaduras producidas imitan a la perfección las salpicaduras (valga la redundancia) de barro.
Si en un momento dado descubrimos salpicaduras donde no consideramos conveniente, con un pincel humedecido en agua se retiran sin ningún problema.
Los efectos finales de metal pulido han sido simulados con grafito, y el ennegrecido de los escapes y de la boca del cañón con pigmento negro humo. Para las manchas de grasa y aceite utilicé el imprescindible óleo color asfalto.
En esta maqueta prácticamente no he utilizado óleos, sustituyéndolos por pigmentos. El resultado puede gustar o no. pero hay que probar cosas nuevas sin miedo. La utilización repetida y continuada de las mismas técnicas siempre nos hará caer en la monotonía.
EL
TERRENO
Para situar históricamente la maqueta quise
representar la atmósfera de un núcleo urbano alemán, convertido en lo que los
nazis llamaban rimbombantemente una festung. por donde transita un
jagdpanzer hacia su posición de combate.
Como de lo que se trata es de poner “en situación” la maqueta sin salirnos de medidas, he intentado representar un ambiente de carácter urbano pero sin añadir edificaciones, ya que estas nos llevarían a que el tamaño de la escena adquiriera unas dimensiones mayo- res de las deseadas. Para ello, he recurrido a diversos complementos que se comercializan para modelismo ferroviario.
Si echamos un atento vistazo a los accesorios existentes dentro de esta especialidad, producidos por marcas como 1neste, Preiser, Faller, Roco, etc., podremos descubrir basta ntes cosas perfectamente adaptables a nuestra escala y necesidades.
los cuales nos ahorrarán mucho trabajo. En este caso encontré unas planchas que reproducen un adoquinado rectangular y unas barandillas que me han venido muy bien. Sólo quedaba añadir la acera, el bordillo y los raíles del tranvía (construidos con plástico de Evergreen) para tener reproducido el ambiente que quería. Una tapa de alcantarilla de M4 Models, una señal de tráfico de Model Victoria y un semáforo de Ver- linden Productions ponen el toque final.
Se pinta todo como se hace habitualmente, en tonos ocres y grises, sólo con acrílicos. Los esmaltes atacarían la base, que es de un material similar al porexpan (corcho blanco). En todos los procesos
de aguadas y lavados con acrílicos y pigmentos he usado agua como diluyente.
Cuando la base estuvo pintada añadí unas hojas secas de la firma Hudson & ¿\llen, distribuyéndolas aleatoriamente pero con lógica. No hay nada mejor que observar la realidad para ver cómo se arremolinan las hojas caídas de los árboles en los márgenes de carreteras y aceras durante el otoño. Unpóster y algunos papeles de Verlinden terminaran de dar esa sensación de abandono y suciedad.
En cuanto a la figura, me la proporcionó mi amigo Diego J. Molina. Pertenece al catálogo de la firma Warriors y ha sido pintada con acrílicos Vallejo.
Como de lo que se trata es de poner “en situación” la maqueta sin salirnos de medidas, he intentado representar un ambiente de carácter urbano pero sin añadir edificaciones, ya que estas nos llevarían a que el tamaño de la escena adquiriera unas dimensiones mayo- res de las deseadas. Para ello, he recurrido a diversos complementos que se comercializan para modelismo ferroviario.
Si echamos un atento vistazo a los accesorios existentes dentro de esta especialidad, producidos por marcas como 1neste, Preiser, Faller, Roco, etc., podremos descubrir basta ntes cosas perfectamente adaptables a nuestra escala y necesidades.
los cuales nos ahorrarán mucho trabajo. En este caso encontré unas planchas que reproducen un adoquinado rectangular y unas barandillas que me han venido muy bien. Sólo quedaba añadir la acera, el bordillo y los raíles del tranvía (construidos con plástico de Evergreen) para tener reproducido el ambiente que quería. Una tapa de alcantarilla de M4 Models, una señal de tráfico de Model Victoria y un semáforo de Ver- linden Productions ponen el toque final.
Se pinta todo como se hace habitualmente, en tonos ocres y grises, sólo con acrílicos. Los esmaltes atacarían la base, que es de un material similar al porexpan (corcho blanco). En todos los procesos
de aguadas y lavados con acrílicos y pigmentos he usado agua como diluyente.
Cuando la base estuvo pintada añadí unas hojas secas de la firma Hudson & ¿\llen, distribuyéndolas aleatoriamente pero con lógica. No hay nada mejor que observar la realidad para ver cómo se arremolinan las hojas caídas de los árboles en los márgenes de carreteras y aceras durante el otoño. Unpóster y algunos papeles de Verlinden terminaran de dar esa sensación de abandono y suciedad.
En cuanto a la figura, me la proporcionó mi amigo Diego J. Molina. Pertenece al catálogo de la firma Warriors y ha sido pintada con acrílicos Vallejo.
COLORES EMPLEADOS
Acrílicos
Vallejo Model Color:
marrón rojizo 985, marrón chocolate 872, marrón rojo 982, marrón dorado 877, marrón naranja 981, rojo oscuro 946, negro 950
marrón rojizo 985, marrón chocolate 872, marrón rojo 982, marrón dorado 877, marrón naranja 981, rojo oscuro 946, negro 950
Acrílicos
Tamiya: rojo casco XF9, marrón mate XF10, negro XF1, blanco
XF2.
Pigmentos
Mig Productions: tierra africana P038. polvo ladrillo P029. arena
guerra del Golfo P037, negro humo P023.
Esmaltes
Humbrol: arena 63, crema 121, tierra oscura 119.
Oleos Titán: asfalto 80.
BIBLIOGRAFÍA
—Jagdpanzer IV versión
final, de Rgustín Lagartos, EuroModelismo Nº93
—Jagdpanzer IV L/70 última versión, de Joaquín González. Revista Modelismo & Historia Nº17, abril 1984.
—Panzerkampfwagen IV, de Mitsuru Bitoh. ichtung Panzer Nº3, Dai Nippon Kaiga, 1993.
—Panzer IVL/70. dejanusz Ledwoch. Wydawnictwo Militaria. 2002.
—Panzer IV & its variant, de Walter Spielberger. Schiffer Publishing Ltd. 1993.
—Parzzer Saumur Nº1, de Kogi Qgawa. Dai Nippon Kaiga. 1989.
—Jagdpanzer IV L/70 última versión, de Joaquín González. Revista Modelismo & Historia Nº17, abril 1984.
—Panzerkampfwagen IV, de Mitsuru Bitoh. ichtung Panzer Nº3, Dai Nippon Kaiga, 1993.
—Panzer IVL/70. dejanusz Ledwoch. Wydawnictwo Militaria. 2002.
—Panzer IV & its variant, de Walter Spielberger. Schiffer Publishing Ltd. 1993.
—Parzzer Saumur Nº1, de Kogi Qgawa. Dai Nippon Kaiga. 1989.
CUADRO DE MATERIALES
—Jadgpanzer IV L170 (V) de Dragon, ref.9043.
—Cadenas 40cm modelo final aligerado (ref.SK27) y medas para Pz.IV (ref.W2) de Modelkasten.
—Pccesorios para Pz.lV de Tamiya, ref.35 185.
—Cañón 15mm Kwk Lib de Jordi Rubio, ref.TG26.
—Cadenas 40cm modelo final aligerado (ref.SK27) y medas para Pz.IV (ref.W2) de Modelkasten.
—Pccesorios para Pz.lV de Tamiya, ref.35 185.
—Cañón 15mm Kwk Lib de Jordi Rubio, ref.TG26.
1 comentario:
Buenos días,
Me llamo Carlos de Diego Vaquerizo, soy el autor de las ilustraciones que aparecen en este post.
No olvide que, según la legislación vigente, debe incluir mi nombre al pie de todas las ilustraciones.
Carlos de Diego Vaquerizo
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